Cuestionar tu sentir es tan simple que hasta el cielo entristece al punto de llorar, llorar esperando que la brisa seque sus lagrimas, tal es la tristeza y el veneno que se ha inyectado en sus venas que no le importa romperse en pedazos, ya no le importa ver cada una de sus nubes de algodón arder en llamas sobre tus manos admirando su desastre, su propio desastre. El cielo ya no intenta lamentarse, no le importa ser amigo de la luna, al cielo no le importa recuperar lo perdido... luego de perderlo recupero su dignidad.
Aveces la frustración crece como un cáncer silenciosa y mortalmente. Aveces dejar que los fantasmas se desvanezcan en el ocaso es mas difícil que convivir con ellos dia a dia Aveces, derrumbar nuestras propias paredes es más difícil que construirlas El temor ha acompañado cada una de tus aventuras y la inseguridad ha vigilado siempre tus pasos, te negaste años a recuperar lo que la tragedia te arrebato de la vida. Ahora lo que creíste imposible llego. Pierde el miedo y disfruta las cosas simples, esas cosas con las que te sientes la persona más maravillosa y afortunada del mundo, continua transitando tu camino que ahora iluminado crea sonrisas y lo llena de buenos momentos, acepta lo que te espera y construye tus murallas, pero al hacerlo asegúrate de tener ese corazón que amas junto a ti para protegerlo, acompañarlo y volar juntos, ojala… toda la vida.